Una cuestión que para muchos puede resultar un tanto superflua o excesiva, pero que sin embargo me ha mantenido en vela muchas noches (no tantas, en realidad), es la que aparece, al pasar, casi imperceptible, en la pelicula “Aladdin”, de Disney (1992). No me malinterpreten, me encantó la pelicula, y no soy el único; gran parte de mi generación no dudaría en catalogarla como la mejor película de Disney. Pero hay un detalle que no puedo pasar por alto, y es que es también probablemente la película mas anacrónica de todos los tiempos.
Puntualmente me estoy refiriendo al momento del viaje en alfombra mágica que realizan Jazmín y Aladín, al son de “Un mundo ideal”. Por supuesto que de lado voy a dejar el hecho de la existencia de una alfombra mágica -que no sólo tiene la capacidad de volar sino que además es poseedora de conciencia y uso de razón-, ya que no soy absurdo; acepto que es una historia de fantasía en la que hay magia, y disfruto con ello. Sin embargo, nunca se hacen menciones a la última hablidad oculta de la mencionada alfombra: su poder para viajar en el tiempo.
Recapitulemos: Aladín y Jazmín comienzan su viaje abordo de la alfombra en lo que asumo habrá sido alguna ciudad en el Imperio Otomano, actual Turquía, y partió hacia el Mediterraneo. Dejando de lado –una vez más- la imposibilidad física de que recorran las distancias que de hecho recorren esa noche en el tiempo en que lo hacen, tomémonos unos momentos para revisar los paisajes que visitan: Grecia, en donde ven lo que parece ser algún templo genérico, en perfectas condiciones de mantenimiento, las plantas y piletones impecables; y Egipto. Y si bien es posible aceptar la incongruencia que se presenta al proponer aquella vision idealizada de la Antigua Grecia, me es inadmisible evadir el suceso que precencian en Egipto: un tallador –un unico tallador, simplificando la tarea- esculpiendo la nariz de la Esfinge de Giza –¿cuál es la fijación de cada uno que hace mención a esta estructura con contar una nueva versión de cómo se cayó la nariz? ¿Acaso todas las teorías que existen no son lo suficientemente interesantes?- ; una acción que, de haber tenido lugar tal cual como es representada en la película, habría sucedido 4000 años antes que lo que sería el apogeo del Imperio Otomano. Sin mencionar que para la Edad Media debe haber estado considerablemente deteriorada y cubierta parcialmente por arena. Por ende, la alfombra no viajaría solamente a una velocidad inconmensurablemente rápida -y sin embargo ninguno de sus tripulantes sufre el efecto de la inercia haciéndolo caer-, sino que también hacia atrás en el tiempo… Inexplicable.
Después de ese hecho de absoluta incongruencia temporal cuesta tomar la película como un fiel y veraz análisis sociocultural de las civilizaciones de Medio Oriente durante la Edad Media. Afortunadamente para mi disfrute personal, dudo que haya sido esa su intención.
Ἓν οἶδα ὅτι οὐδὲν οἶδα
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