Como siempre, antes de comenzar vale hacer una aclaración: el "Not" pronunciado en el título de este artículo no se refiere a la palabra alemana para situación de emergencia y/o necesidad imperante, sino a la negación inglesa, es decir, simplemente, "no".
Hace unas semanas noté en un supermercado de cadena internacional algo que me llamó la atención: la empresa había comenzado a comercializar unas bolsas reutilizables, bajo el motus de que al no ser de polietileno ni ser tiradas constantemente a la basura, no contaminan el medio ambiente. Y debajo, en el mismo cartel, ponía "El planeta nos necesita", probablemente para apelar a los sentimientos de los compradores, y motivarlos a sumarse a una causa de bien común y desinteresado. Pero, y entonces yo me pregunto, el planeta, ¿realmente nos necesita?
De hecho, concluí, no solo que no requiere de nuestra ayuda, sino que estaría mucho mejor sin nosotros. Por caso, ¿a qué fumador se le ocurriría pedirle a un cigarillo, que tanto daño le ha causado, que le cure y limpie los pulmones? Es un evidente despropósito entonces que los mismos hombres, que lo único que han hecho desde esa bendita/maldita (no voy a discutir esto ahora) encefalización es intentar adueñarse de la Naturaleza y moldearla a su gusto y "necesidades" aparentes, se adjudiquen el cargo de "saneadores de la Tierra". No, lógicamente el planeta necesita (si es que realmente lo necesita...) algo externo a ella (como un parche de nicotina); pero, fundalmentalmente, lo que primero precisa es dejar de fumar. Construyan las analogías como más prefieran (tal vez soy un medievalista asimoviano).
Indiferentemente a todo lo anterior, sirve abarcar el tema abstrayendo la situación (aunque técnicamente sería una des-abstracción). Tomar una piedra, una piedra cualquiera encontrada tirada en cualquier lugar, sumergirla en petróleo, rodearla con humo proveniente del caño de escape de un auto que carbura mal y acabar con todo tipo de vida bacteriológica sobre ella, ¿le producirá a alguien alguna sensación de empatía? NO, por supuesto que no; entonces, ¿por qué pasaría eso con la Tierra? Si esta no es más que una roca inerte (ya que no ejerce acción) que flota en el espacio como cualquier otro cuerpo celeste y algún día dejará de existir como cualquier otro cuerpo celeste por causas ajenas a nuestras acciones y no hay nada que podamos hacer para evitarlo ¿Por qué de repente al hombre le importa "cuidar" al planeta? Sería agradable decir que esto sucede porque hoy en día los avances tecnológicos y una mayor capacidad reflexiva nos permiten entender de mejor manera las consecuencias de nuestros actos, pero no sería verdad. Así que, yo sé por qué: porque el ser humano es un ser egoísta, y nunca antes se había interesado por la "salud" del medio ambiente hasta que empezó a peligrar su propia supervivencia. Y ni eso parece ser suficiente para que cambiemos nuestro estilo de vida. De hecho, algunas cadenas de supermercados llegan incluso a lucrar con ello...
Así como dicta el proverbio "Si un árbol cae en el medio del bosque ¿hace ruido?", al que la respuesta más probable sea "si", aunque yo no comparta esa opinión, podría extrapolarse a esta situación y decir "Si no queda nadie para sentir lástima por el fin de toda la vida que ha existido y existirá (debatible), ¿es, entonces, una lástima?" Después de todo, esa idea es de invención humana, y al Universo poco (de hecho nada) le importa:
"En algún apartado rincón del universo, desperdigado en innumerables y centelleantes sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales astutos inventaron el conocimiento. Fue el minuto más soberbio y más falaz de la Historia Universal, pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras un par de respiraciones de la naturaleza, el astro se entumeció y los animales inteligentes hubieron de perecer. Alguien podría inventar una fábula semejante y, sin embargo, no habría ilustrado suficientemente cuán lamentable y sombrío, cuán estéril y arbitrario es el aspecto que tiene el intelecto humano dentro de la naturaleza; hubo eternidades en las que no existió, cuando de nuevo se acabe todo para él no habrá sucedido nada. Porque no hay para ese intelecto ninguna misión ulterior que conduzca más allá de la vida humana. No es sino humano, y solamente su poseedor y creador lo toma tan patéticamente como si en él girasen los goznes del mundo. Pero si pudiéramos entendernos con un mosquito, llegaríamos a saber, que también él navega por el aire con ese mismo pathos y se siente el centro volante de este mundo." (Friedrich Nietzche, "Sobre verdad y mentira en sentido extramoral", 1873)
Milan Kundera notaría algo de lo que no me había dado cuenta: el hombre no es, como se suele creer, amo y señor de la Tierra, sino que el poder sobre la naturaleza le fue cedido para que lo administrase; hacia el final, deberá rendir cuentas por su administración. Porque difícilmente el caballo aceptaría gustoso, si pudiéramos preguntarle, pertenecer al hombre y que este sea su dueño; habría que ver qué sucedería cuando entremos en contacto con una raza extraterrestre a la que su Dios le haya otorgado el derecho a gobernar sobre todas las especies de los otros planetas, y nosotros nos acordemos, compasivamente y demasiado tarde, del pobre animal.
Ἓν οἶδα ὅτι οὐδὲν οἶδα
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